La envolvente de un edificio es crucial para su eficiencia energética y el confort interior. La fachada, como principal superficie de intercambio con el exterior, juega un papel determinante. Dos de los sistemas más populares y eficientes para mejorar los aislamientos Albacete, Badajoz, Cáceres, Almendralejo, entre otras poblaciones, de las fachadas por el exterior son el Sistema de Aislamiento Térmico por el Exterior (SATE) y la Fachada Ventilada. Aunque ambos buscan optimizar el comportamiento térmico del edificio, lo hacen mediante principios constructivos distintos, lo que genera diferencias significativas en su rendimiento y aplicación, especialmente en lo que respecta al aislamiento térmico. Analicemos estas diferencias.
¿Qué es el Sistema SATE?
El SATE, también conocido por sus siglas en inglés ETICS (External Thermal Insulation Composite System = Sistema de Aislamiento Térmico Exterior), consiste en la aplicación de placas de material aislante directamente sobre el muro exterior existente o de nueva construcción. Este aislamiento se fija mecánica y/o químicamente y se protege con varias capas de mortero, una malla de refuerzo (generalmente de fibra de vidrio) y un revestimiento final de acabado decorativo (acrílico, siloxánico, mineral, etc.).
Funcionamiento Térmico del SATE
El principio fundamental del SATE es crear una barrera térmica continua por el exterior del edificio. Al colocar el aislamiento por fuera, se consigue:
- Eliminación de Puentes Térmicos: Los puentes térmicos (zonas donde se interrumpe el aislamiento, como pilares, frentes de forjado, jambas de ventanas) son responsables de importantes pérdidas de calor en invierno y ganancias en verano. El SATE, al cubrir de manera uniforme toda la fachada, minimiza o elimina eficazmente estos puntos débiles.
- Aumento de la Inercia Térmica Interior: Al aislar por fuera, la masa estructural del muro queda en el lado interior, contribuyendo a estabilizar la temperatura interior. El muro acumula calor (o frío) y lo libera lentamente, suavizando las fluctuaciones térmicas.
- Protección Directa: El aislamiento actúa como la primera línea de defensa contra las variaciones de temperatura exterior, reduciendo drásticamente la cantidad de calor que atraviesa el cerramiento. La eficacia del SATE depende directamente del espesor y la conductividad térmica (lambda) del material aislante elegido (EPS, XPS, lana mineral, corcho, etc.).
¿Qué es la Fachada Ventilada?
La Fachada Ventilada es un sistema constructivo multicapa que también coloca el aislamiento térmico por el exterior del muro soporte, pero introduce una diferencia clave: una cámara de aire ventilada entre el aislamiento y un revestimiento exterior independiente. Este revestimiento se fija al muro mediante una subestructura metálica (generalmente de aluminio o acero).
Funcionamiento Térmico de la Fachada Ventilada
La fachada ventilada ofrece un doble mecanismo de aislamiento térmico:
- Capa Aislante: Al igual que en el SATE, se instala una capa de material aislante (normalmente lanas minerales hidrófugas o paneles rígidos) sobre el muro soporte, eliminando también puentes térmicos de manera efectiva.
- Cámara de Aire Ventilada: Esta es la característica distintiva. La cámara de aire, que debe tener un espesor adecuado y aberturas en la base y la coronación, genera un «efecto chimenea».
- En verano: El aire caliente en la cámara asciende por convección natural y sale por la parte superior, extrayendo consigo parte del calor irradiado por el revestimiento exterior y reduciendo la carga térmica sobre el aislamiento y el muro interior.
- En invierno: La cámara de aire, aunque ventilada, actúa como un colchón térmico adicional, reduciendo las pérdidas de calor por convección y radiación desde la capa aislante hacia el exterior. La ventilación también es crucial para evacuar la humedad intersticial o la que pudiera filtrarse, manteniendo el aislamiento seco y eficaz.
Comparativa Directa del Aislamiento Térmico: SATE vs. Fachada Ventilada
Ambos sistemas son soluciones de alta eficiencia energética si se diseñan e instalan correctamente. Sin embargo, sus diferencias constructivas implican matices en su comportamiento térmico:
- Eliminación de Puentes Térmicos: Ambos sistemas son excelentes en este aspecto, al proporcionar una capa continua de aislamiento por el exterior.
- Resistencia Térmica (Valor R): La resistencia térmica total del cerramiento dependerá fundamentalmente del tipo y espesor del aislamiento elegido en ambos sistemas. Es posible alcanzar valores U (transmitancia térmica) muy bajos y similares con las dos soluciones, seleccionando el aislamiento adecuado.
- Comportamiento en Verano: Aquí la fachada ventilada suele ofrecer una ventaja gracias a la cámara de aire. El «efecto chimenea» disipa una parte significativa del calor antes de que llegue al aislamiento, siendo particularmente eficaz en climas cálidos o fachadas con alta exposición solar. El SATE, aunque muy efectivo aislando, no dispone de este mecanismo de ventilación activa.
- Gestión de la Humedad: La cámara ventilada también proporciona una ventaja en la evacuación de vapor de agua desde el interior y la eliminación de posible agua de infiltración, manteniendo el aislamiento más seco y, por tanto, más eficiente a largo plazo. El SATE requiere una correcta ejecución de las juntas y el uso de materiales transpirables para gestionar la humedad.
- Inercia Térmica: Ambos sistemas aprovechan la inercia térmica del muro interior al colocar el aislamiento por fuera.
Conclusión: ¿Cuál elegir?
Desde el punto de vista estrictamente del aislamiento térmico medido como capacidad de reducir la transmisión de calor (Valor U), tanto el SATE como la Fachada Ventilada pueden alcanzar niveles de eficiencia muy altos y comparables, siempre que se utilice el espesor y tipo de aislamiento adecuado.
La principal diferencia funcional radica en la cámara de aire ventilada. Esta otorga a la fachada ventilada un plus en la gestión del calor en verano (por ventilación) y una mayor capacidad de evacuación de humedad. El SATE, por su parte, ofrece una solución más compacta y, a menudo, con un coste inicial inferior, siendo extremadamente eficaz en la eliminación de puentes térmicos y proporcionando un excelente aislamiento continuo.
La elección entre SATE y Fachada Ventilada dependerá de factores como el clima predominante (la ventilada es especialmente interesante en climas cálidos), el presupuesto disponible, los requisitos estéticos (la ventilada ofrece más variedad de acabados), las condiciones específicas del edificio y las prioridades del proyecto en cuanto a durabilidad y mantenimiento. Ambos sistemas representan un salto cualitativo en la eficiencia energética de las fachadas frente a soluciones sin aislamiento exterior.
Si vives en Extremadura (Badajoz y Cáceres) y quieres aislar tu vivienda mediante el aislamiento por insuflado (alternativa más económica al SATE), no dudes en pedirnos un presupuesto sin compromiso.